Mi nombre es Gulú y soy el quiltro y nuevo panelista de este blog, tengo la dicha de vivir en una casa donde me quieren, me dan mi huesito diario y combaten mi alergia a las pulgas que joden como nadie, no obstante lo anterior, cuando puedo me escapo, ya que la calle me encanta, y me seduce juntarme con los cabros amigos, ir a pinchar con las perritas y-sobretodo- comer basura que es mi placer culpable. Lamentablemente, no todos los colegas tienen esa garantía de la casa propia, su hogar, su gran morada es la calle, la gran ciudad, y no es que lo lamenten mucho, todo lo contrario, ellos son ejemplos vivos “de eso que llaman libertad”.
En una de esas escapadas, conocí a la patota perruna de los alrededores de La Moneda,
buenos chatos, cariñosos, enamorados, jugosillos a veces, pero por sobre cualquier cosa,
grandes y fraternales compañeros; no pude más que sentir una pena inmensa y una impotencia feroz cuando supe que una mano asesina los eliminó poco antes del cambio de mando, ¡¡¡¿¿POR QUEEE??!!, ladré a los cuatro vientos, ¿acaso esos inocentes pulgosos eran enemigos de la democracia vigilada esta?, o tal vez sea cierto que la concertransacción
es una alianza arribista, preocupada de las apariencias, que esconde(y asesina) “la mugre” bajo la alfombra.
Un ajusticiamiento sin juicio, que vaya cuanto me recuerda el pasado reciente, pasan los días y el sesma le tira la pelota al ministerio del interior, y vicecersa, lo cierto es que aún no hay culpables, y la presidenta que tantas esperanzas de cambio provoca en el pueblo, sigue con su apretada agenda, y yo , desde esta casita de madera, espero- juro que lo hago- que ella no haya estado enterada de esta orden infame, no lo puedo creer, se ve buena persona, pero si me equivoco...¡¡¡aarrrrfff!!!, ahí si que estamos cagados.
De momento ,y desde lo más profundo de mi alma, espero que la justicia(no esta, que ya sabemos no funciona) haga lo suyo con los culpables, que cada uno de esos funcionarios inoperantes, chupa picos y rastreros no se crucen conmigo, que si huelo uno tengan la seguridad le voy a morder el poto, con toda la broca que los mártires me den desde el cielo protector de los perritos.