"Un chiste no va a derrocar un gobierno" dice una vieja premisa, aunque viendo las reacciones de grupos fundamentalistas el dicho parece no tener validéz.Lo cierto es que el humor gráfico o el dibujo editorial tienen una base clara en la disconformidad y la crítica;lo acontecido en El Líbano después que un diario danés se atrevió a publicar una caricatura de Maoma, no deja indiferente a nadie:embajadas incendiadas, nuevas amenazas, renuncias de personeros y la consabida discusión sobre los límites de la libertad de expresión son la tónica de estos días.
Desde esta tribuna reflexionamos en varios puntos: 1)no hemos visto las mentadas caricaturas,2)nuestra visión sesgada y occidental de la cultura musulmana nos hace caer fácilmente en el comentario advenedizo, a pesar de ello no podemos dejar de decir que no es más que dibujo,no deja de ser tinta sobre papel,no mata ni natural,ni indirectamente,no aniquila personas, ni las condena, ni quema embajadas por el solo hecho de publicarse, en ese caso la respuesta es muchísimo más aterradora que la supuesta ofensa, y lo decimos desde la más absoluta humildad, teniendo en cuenta que cualquier cultor del humor gráfico está al borde de hacer reir a muchos y de ofender a otros tantos, el asunto claramente se trata de eso, de poner temas en el tapete, de incentivar a la discusión, definitivamente no es para terminar declarando una guerra, sucia e innecesaria como todas las guerras.
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AKÁ